martes, 24 de junio de 2008

La granada y la confrontación de la sabiduría convencional




Hay de tendencias a tendencias.


La granada es esa extraña fruta que, según la Real Academia, contiene "multitud de granos encarnados, jugosos, dulces unas veces, agridulces otras". A los mexicanos nos gusta rociar esos granos sobre los Chiles en Nogada en el otoño.


Resulta que ahora a los estadounidenses les gusta la granada en bebidas (vodka de granada), lácteos (yogur para beber) y jugos (bebidas de un rojo intenso que me hacen preguntarme cómo sacan tanto jugo de esos pequeños granos). Granada en todo. La fruta de moda. Una rápida búsqueda en Google News dio como resultado docenas de artículos sobre distintos usos de la fruta, pero nada que me explicara el reciente fenómeno del amor por esta extraña fruta. Pero es cuestión de días para que alguien lo haga, verán. En fin, alguien que me diga si esta fruta sirve de algo, o no.


La prensa en EEUU e Inglaterra es muy buena es identificar tendencias y fenómenos; también son muy buenos en desbancar las teorías que respaldan estas tendencias y fenómenos y retar a la sabiduría convencional.


Pocas revistas lo hacen como The Economist o Wired.


De Wired, no puedo olvidar su reciente número dedicado a confrontar las ideas principales bajo el movimiento verde: el uso de autos híbridos (la revista dice que la emisión de carbono por la producción de las baterías de estos coches no compensa su ahorra de gasolina), la crítica a la energía nuclear (la revista dice que es la energía más limpia) o la idea que dice que los aires acondicionados contaminan (la revista la desbanca).


Luego está una edición de The Economist de fines de 2006, que confronta todas las ideas detrás de la agricultura orgánica (la producción orgánica, dice la publicación, requiere de más terreno, no combate las enfermedades y da menores cosechas, lo cual afecta a los países en desarrollo). Por supuesto, no todos estuvieron de acuerdo.


Ambos son ejemplos de periodismo de combate, controversial. No siempre funciona, porque el afán por estar en la boca de todos puede dar como resultado publicar información que no se sostiene con nada.


Pero, en general, la lección es que nos toca a nosotros confrontar la sabiduría convencional, por más incómodo que sea. Aun cuando eso signifique volver a las naranjas y dejar las granadas para los Chiles en Nogada.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Juraría que la fruta de la portada es una PERA...

Anónimo dijo...

Hola Gabriel:

Esto de analizar cómo agricultores y mercadólogos buscan cuál fruta será el "nuevo kiwi" es uno que encuentro fascinante desde hace unos años. Lamento decirte eso si, que la hora de la granada ya paso: www.npr.org/templates/story/story.php?storyId=6411097

Hace algun tiempo lei creo que en el WSJ que los productores de mamey de México estaban tratando de emular el "fenómeno kiwi" pero creo que no les ha salido. Eso si, parece que ahi viene la "pitahaya". No es broma. Creo que esta si es la frutas que lidera la inovacion en las modas del paladar (el lichi ya tambien paso)
www.sfgate.com/cgi-bin/article.cgi?f=/c/a/2007/09/12/FD10RVMRS.DTL

Abrazo de Washington este tema es apasionante. Todo bocado trae una historia atras. Felicidades por el blog. - Pepe Diaz Briseño

Gabriel Sama dijo...

Hola MAJ.
Sí, es una pera. La portada es del artículo de agricultura orgánica que menciono de The Economist. Seguro no tarda el de la granada...

Gabriel Sama dijo...

Gracias Pepe.
Sí, ya me extrañaba que se me estaban apareciendo granadas hasta en mis sueños y no llegaba el siempre oportuno reportaje. No me sorprende que siga la pitahaya, o algún experimento genético como la granhaya ... lo que hacen con nuestros alimentos da tela de donde cortar.