El informe de la AP que comenté anteriormente, sobre los hábitos de consumo de noticias de los jóvenes, menciona algo en lo que he estado pensando recientmente. También lo toca el libro que estoy leyendo actualmente (The Long Tail, de Chris Anderson, editor de Wired).
El informe de la AP dice que los jóvenes en el mundo se sienten abrumados de una sobre oferta de información que no parece aterrizar, profundizar o explicar bien los temas. Hay, dice, una creciente inconformidad que provoca que la audiencia tenga que "trabajar más" para encontrar la información que satisfaga su curiosidad y necesidad informativa.
Por su parte, Anderson explica en su libro que Internet ha permitido que exista una oferta infinita de objetos e información que no está supeditada a la popularidad o éxito en ventas. Internet a creado un espacio infinito de ofertas y aún las menos comunes pueden encontar un consumidor y audiencia. Pero, cuando esta curva se extiende infinitamente, también hay una cantidad de oferta basura que no sirve a nadie. En términos informativos, Anderson habla de la necesidad de un "filtro" que distinga entre lo bueno y lo malo. Estos filtros pueden ser automáticos, pero en realidad Anderson -- y la AP -- están hablando de la necesidad de EDITORES.
He hablado antes de los peligros del periodismo ciudadano. También son peligrosos los blogs que -- sin filtro o edición -- atacan, condenan y difaman con una mano en la cintura.
El editor siempre a funcionando como un filtro. Elige la mejor información, la más relevante, útil e importante. Y, hoy más que nunca, ante la abundancia de información cruda e instantánea que disponemos, los editores que seleccionen, expliquen y analicen esta información son más necesarios que nunca.
lunes, 2 de junio de 2008
Editores: filtros de la abundancia
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