lunes, 2 de junio de 2008

Babel

Hay una tiranía en el exceso de oferta que puede pasar desapercibida. LA TV, la PC e Internet no son los únicos ni mejores medios, pero son los que han prevalecido y han logrado convertirse en estándares de comunicación.
Uno de los milagros de Internet es que a pesar de ser un entorno totalmente libre y anárquico hay una serie de estándares que permiten que cualquier persona en cualquier parte pueda leer este blog. Entre ellos está el lenguaje de programación HTML y el estándar HTTP, el protocolo que permite abrir una página de internet en cualquier lado.
La computación tiene mucho que agradecerle a la ambición y tiranía de Microsoft. Gracias a que un 90% de las computadoras del mundo funcionan con su sistema operativo Windows se pueden compartir archivos, programas y aplicaciones.
Uno de los mayores problemas del mundo inalámbrico, por otra parte, es justamente que no hay un estándar. Microsoft y muchos otros han desarrollado sistemas operativos que no han logrado captar una mayoría del mercado. Y como nos recuerda esta entrada de Bits, el blog de tecnología del nytimes.com, el mayor productor de chips inalámbricos no es Intel, sino ARM.
Ahora que se están desarrollado e inventando diferentes medios, aparatos y formatos digitales para distribuir información entraremos en una etapa en donde estas distintas capacidades (medio, método, red de distribución y formato) no puedan comunicarse entre ellas. También, entraremos en una etapa en la que se nos pedirá -- como consumidores y audiencia -- que aceptemos formatos y formas de recibir la información a las que no estamos acostumbrados.
Esta infinita variedad, por ejemplo, forza a un programador de Internet a crear una página para la Web, otra para la Blackberry, una más para el iPhone e incorporar un sinnúmero de servicios interesantes -- Twitter, Digg, Facebook, YouTube -- que son interesantes pero no prevalentes. Si esta oferta sigue creciendo sin que surjan los vencedores programar la página web de un diario se volverá una tarea imposible (o, por lo menos, propensa a siempre quedar incompleta).
Sucede que no siempre el ser humano se ha adaptado a los mejores formatos. Nos hemos adaptado los formatos más comunes, masivos, disponibles -- lo cual no necesariamente quiere decir que sean los mejores. Pero cuando hay una abundancia de formatos y medios de comunicación -- desde Facebook, YouTube, las distintas caras de la TV y el video, el teléfono, el iPhone y la infinidad de canales de información disponibles en estos medios -- tocará a la audiencia escoger los más útiles e ir eliminando los demás. Se perderán algunos, pero al final se quedarán los que logren sobresalir sobre la vasta oferta actual, ya sea por su precio, disponibilidad, acceso, o su capacidad de servir las necesidades informativas de la mayoría de los usuarios.

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