lunes, 10 de noviembre de 2008

El 10% más costoso

Todas las reducciones de personal que viven las empresas de medios de EEUU me hacen preguntarme hasta dónde se puede llegar sin afectar verdaderamente la calidad. O sea, ¿cuál es el punto sin retorno?
La calidad en un diario no se puede medir matemáticamente. Aunque muchos quisiéramos encontrar una fórmula para la calidad (1,000 reporteros = igual a periódico de calidad) los pocos benchmarks que existen se refieren al número de reporteros por cada 1,000 ejemplares de circulación (1), pero no hay ninguna fórmula que yo conozca que pueda decir qué resultado cualitativo puede dar tener un X número de periodistas.
Lo que sí estoy seguro es que la calidad no es proporcional.
Es como tener dos hijos. Cuando llega el segundo hijo, el trabajo no se duplica. Por lo menos, el trabajo se triplica.
En ese caso la fórmula es 1 = 1, y 2 = 3.
El costo de la calidad periodística es igualmente ascendente.
Me explico. Si, digamos, en una escala del 1 al 100 un reportero puede producir una publicación de 1 de calidad, y dos reporteros un publicación de 2 de calidad, no quiere decir que 100 reporteros garanticen una publicación de 100 de calidad. De hecho, mientras más calidad el número de reporteros tiende a subir asimétricamente. Bajo esta premisa, si una publicación de mediana calidad (50) necesita unos 100 reporteros, una publicación de alta calidad (100) necesita más del doble, quizá unos 250. Después de alcanzar cierta calidad (75), cada unidad de calidad implica más gente y más costos. El brinco de calidad más costoso y que requiere de más gente es de 90 a 100. Es el 10% de calidad que logran periódicos como el WSJ y el NY Times con mil periodistas. Llegar a un nivel de calidad mediano es relativamente fácil y económico.
La fórmula, nada científica, sería esta:
NIVEL DE CALIDAD / NÚMERO DE PERIODISTAS / COSTO
1 / 1 / 1
10/ 15 / 20
20 / 35 / 50
50 / 100 / 150
100 / 1200 / 2000

(Nótese que no es proporcional ni tampoco tiene mucho sentido matemático, pero mi intención es sembrar la noción de que cada grado de calidad tiene un mayor costo que el anterior grado de calidad).

¿Por qué el costo crece con la calidad, a un paso mayor que el personal? Porque para lograr calidad, el costo por reportaje crece (un buen reportaje implica pagar viáticos, tener más equipo, más recursos).

Bajo esta premisa, publicar una publicación de mediana calidad (que dependa principalmente de uno o dos servicios de agencias y tenga pocos recursos y reporteros) es relativamente barato, pero convertir a esa publicación mediana (50) en una publicación de alta calidad (100) implica más que duplicar los gastos y el número de personal.

Así que es probable que con los recortes la calidad de una publicación caiga de inmediato (de 80 a 70) pero que sostenerla en ese 70 sea proporcionalmente mucho más económico de lo que era publicar un 80. (Ahora, esto no quiere decir que se necesite ser siempre un 100 o tener un número desproporcionado de reporteros; mucho se puede lograr administrando bien los recursos humanos y físicos y, además, no todo diario necesita ser convertirse en el WSJ, donde hay un editor por cada dos reporteros).

La calidad cuesta. La mediocridad, no tanto.

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