Vender Twitter no es fácil. Su utilidad no es evidente, mientras que su capacidad de robarnos de muchas horas al día es obvia. Como lo dije en esta entrada, Twitter es de las herramientas sociales que más tiempo exigen.
Pero si volvemos a mi teoría de la "información líquida" Twitter es un arroyo constante de información que demanda ser organizado, reencausado. No por nada han surgido innumerables herramientas que organizan la corriente de mensajes (tweets) de formas diversas, como Tweet Grid o Twitter Local. Con una organización y un criterio, esa marasma de información que hay en Twitter cobra una nueva utilidad.
Por eso, el uso de las llamadas hashtags (el signo de número, #) le dio un nuevo sentido al servicio, porque gracias a eso es muy fácil encontrar mensajes de temas relacionados, como #mumbai.
Por supuesto, Twitter, como toda nueva tecnología, tiene sus detractores, muchos de ellos bien ganados, como nos explica esta nota de The Wrap (de donde tome el gráfico de arriba).
¿Recomiendo el uso de Twitter en una redacción? Sí, principalmente porque lo veo como un escalón hacia el uso de tecnologías por venir. Es una forma de interactuar con un auditoría cautivo (nuestros seguidores) y de poner links a nuestro contenido en el ciberespacio (aunque Twitter no es un servicio RSS ni debe usarse como tal). Pero es una labor que debe estar repartida. Fuera de sugerir la nominación de un Director de Medios Sociales, no creo que deba haber una persona dedicada únicamente a twitear dentro de una redacción.
martes, 10 de marzo de 2009
Twitter y sus detractores
Etiquetas:
medios sociales,
Twitter
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