Este texto de Clay Shirky, autor de "Here Comes Everybody" ha dado ya varias vueltas por la blogósfera. Tiene la cualidad de centrarse en citas históricas relevantes -- algo tristemente ausente del debate del futuro del periodismo, que casi siempre se enfoca en el comentario más reciente por el bloguero más explosivo.
También la ponencia de Steven Johnson en SXSW, a la que tuve la suerte de asistir, ha generado un suspiro de alivio en muchas personas. El concepto de "ecosistema de la información" explica muy bien cómo surgen y conviven las distintas formas de hacer, distribuir y compartir información. Ninguna es mejor que la anterior, y es imposible detenerlas o controlarlas. Como dice Shirky: "The ability to share content wouldn’t shrink, it would grow. Walled gardens would prove unpopular. Digital advertising would reduce inefficiencies, and therefore profits. Dislike of micropayments would prevent widespread use. People would resist being educated to act against their own desires." En pocas palabras: la gente decide y nosotros no estamos para decirles lo que deben o no deben hacer.
En esta discusión sobre el futuro de los medios se puede leer entre líneas una necesidad de los periodistas de controlar y dominar lo que está pasando. Boletín de última hora: las cosas van a pasar a pesar de nosotros. Evidentemente, el control ha pasado de las grandes instituciones a los usuarios, que ahora tienen la libertad de elegir, navegar, cambiar, juntar, escribir, comunicar, distribuir, compartir. La era digital -- junto con sus herramientas -- ha cambiado el equilibrio de poder. ¿Qué hacer?
No olvidemos que el periodismo aún importa. Las grandes marcas periodísticas -- empresas que tienen claro que su trabajo es hacer periodismo y no imprimir papel -- jugarán el papel de los grandes "curadores" de la información, hasta arriba de ese ecosistema del que habla Johnson. Como recuerda Shirky: "Print media does much of society’s heavy journalistic lifting, from flooding the zone — covering every angle of a huge story — to the daily grind of attending the City Council meeting, just in case. This coverage creates benefits even for people who aren’t newspaper readers, because the work of print journalists is used by everyone from politicians to district attorneys to talk radio hosts to bloggers."
Pero, dice: "The newspaper people often note that newspapers benefit society as a whole. This is true, but irrelevant to the problem at hand; “You’re gonna miss us when we’re gone!” has never been much of a business model." Ser necesarios no implica necesariamente que seremos rentables.
Pero, aún más importante, dice Shirky: "Society doesn’t need newspapers. What we need is journalism. For a century, the imperatives to strengthen journalism and to strengthen newspapers have been so tightly wound as to be indistinguishable. That’s been a fine accident to have, but when that accident stops, as it is stopping before our eyes, we’re going to need lots of other ways to strengthen journalism instead." ¿Cuáles son esas formas? Están por descubrirse, y en muchos casos descubriéndose ante nuestros ojos, como recuenta el gran Alan Mutter en esta entrada de su blog, donde hace una lista de esfuerzos específicos que están surgiendo para cubrir los vacíos informativos en ciertos lugares. El periodismo siempre va a existir.
Es la misma conclusión que saca este blog del nytimes.com con referencia al texto de Shirky: el periodismo tiene mucho futuro, porque es inevitable.
Está es la conclusión de Shirky: "For the next few decades, journalism will be made up of overlapping special cases. Many of these models will rely on amateurs as researchers and writers. Many of these models will rely on sponsorship or grants or endowments instead of revenues. Many of these models will rely on excitable 14 year olds distributing the results. Many of these models will fail. No one experiment is going to replace what we are now losing with the demise of news on paper, but over time, the collection of new experiments that do work might give us the journalism we need."
O sea, que en este ecosistema noticioso la ley de Darwin determinará quién es el más fuerte, quién está arriba y quién depende de éste para sobrevivir. Pero será un ecosistema con muchas especies, donde convivan muchos modelos diferentes, donde la diversidad dará el todo. Quien está esperando una respuesta definitiva, una fórmula única, una institución poderosa y absoluta, se equivocó de época. Pregúntenle a la Iglesia.
martes, 17 de marzo de 2009
El ecosistema de la información: mayor diversidad que nunca
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