Recién terminé el libro Crowdsourcing de Jeff Howe y gracias a él me he puesto a la tarea de probar en carne propia la furia de las masas.
Crowdsourcing se refiere al ejercicio de usar a la audiencia para tomar decisiones, hacer investigación o escribir entradas de una enciclopedia (como Wikipedia). La teoría dice que la masa es más sabia que el individuo por la combinación de conocimientos diversos. Mientras más diversa es más sabia. Asimismo, según esta propuesta la masa se autorregula y automonitorea, evitando abusos y desinformación -- hasta cierto punto.
Howe usa constantemente a la empresa de diseño de camisetas Threadless como uno de los ejemplos más puros de la participación activa y sabia de las masas. Howe es pronto en explicar que a la masa no se le puede pedir más de lo que está dispuesta a dar. Es mucho mejor dividir al máximo el trabajo en pequeñas labores claras, inmediatas y que exijan el mínimo esfuerzo. Un individuo miembro de la masa puede decidir qué tantas de estas pequeñas labores quiere realizar. En el caso de Threadless, la labor más sencilla es emitir un voto por el diseño de una camiseta (t-shirt); luego está el dejar un comentario o sugerencia y por último la labor más activa y exigente que es presentar un diseño propio. En este sitio la masa funciona porque las labores son claras y las metas con compartidas por todos los miembros: a todos les interesa el diseño de t-shirts y a todos les interesa que solo los mejores sean producidos.
Como decía al principio, he decidido someterme a la tiranía de las masas y he enviado un diseño a Threadless (en la imagen de arriba) y otro más a Patch Together (en las dos imágenes de abajo), una comunidad de diseñadores de los llamados art-toys (juguetes de vinyl exclusivos con cierta sensibilidad japonesa).
En ambos casos la masa funciona porque los intereses son similares y la mínima exigencia -- votar -- es muy simple. También funciona porque ambos ofrecen incentivos económicos.
Ya les contaré cómo me va en estas aventuras.
En conclusión:
¿Cómo es esto llevado a los medios y el periodismo? Lo más inmediato que se me ocurre es someter la existencia de un blog a los votos de la audiencia. Incluso, aún mejor, podría dejarse en manos de la audiencia la compensación que puede recibir cada bloguero: además de emitir un voto, la audiencia podría donar X cantidad de dinero a los blogs que más les guste (en este caso, eso se llama crowdfunding y ha sido usado desde para financiar películas hasta proyectos sociales).
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