No hubo ganador ni perdedor en este debate. Obama cometió pequeños errores de lenguaje, como cuando dijo que "en ninguna otra parte de este país tendría oportunidades como esta", cuando claramente quiso decir planeta. McCain, por su parte, tuvo un enorme desliz cuando se refirió a Obama como "ése".
El empate ayuda a Obama. McCain tenía que ganar con creces.
Como dicen los comentaristas de CNN, se nota que hay cierto desdén -- hasta un poco de odio -- de parte de McCain hacia Obama.
Fue un debate plano, sin cumbres, en el que ambos candidatos dijeron claramente lo que querían decir. La importante son las diferencias en propuestas políticas que -- más allá de los desmentidos y medias verdades que dicen uno de otro -- que hay entre cada candidato.
Es clarísimo que muchas de sus propuestas son muy diferentes (más diferentes de las que había entre Bush y Gore, por ejemplo, lo cual acabó por costarle al demócrata).
Los demócratas -- en carne de Badin y Obama -- están luchando como no lo hicieron en 2000 y 2004. McCain está haciendo lo que puede (con poco margen de error) ante la baja popularidad del saliente presidente republicano y con las encuestas en su contra. Pero las tres semanas que quedan serán una lucha cuesta arriba para el político que se autodefine como "inconformista".
martes, 7 de octubre de 2008
9.36 PM - Fin y opinión
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