Hay que decirlo: los periodistas que cubren los medios somos unos caníbales. Nos entusiasmamos cuando las cosas van mal y nos alimentamos de los cadáveres de los periódicos, revistas y sitios de Internet fracasados.
Honestamente, a mí no me da ningún gusto que los proyectos nuevos fracasen. Lo digo con el corazón en la mano.
Pero a otros sí. Esta nota de Cityfile se regocija con el aparente fracaso de Portfolio, la revista de negocios de Condé Nast. Portfolio es de las pocas publicaciones que compro -- casi siempre en el aeropuerto porque da para lecturas largas. Me parece inteligente, bien diseñada y, sobre todo, bien pensada. Pero según la nota está tambaleando.
Lo que creo es que si antes un medio de comunicación tenía años para mostrar su potencial comercial, ahora lo tiene que hacer en meses o semanas.
Un caso es Rumbo, la cadena de diarios que lancé en Texas en 2004. A menos de un año de lanzado el primer diario (la edición de San Antonio, el 26 de julio de 2004), nuestro principal inversor, la española de medios Recoletos, tuvo que abandonarnos por sus propios problemas de crédito (una recompra de acciones). Después de eso, las exigencias comerciales hacia Rumbo fueron tantas y tan cortoplacistas que el proyecto nunca se pudo recuperar.
Ayer Impremedia anunció la desaparición de las ediciones semanales en San Antonio y el Valle del Río Grande. Sólo quedará un semanario Rumbo en Houston y cierta presencia en línea.
Se cometieron errores de otro tipo, pero la necesidad de dar resultados inmediatos fue el clavo más largo y sonante en la desaparición paulatina de la cadena de diarios texana.
jueves, 9 de octubre de 2008
Las exigencias comerciales
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario