Newsweek y The Economist son ejemplos opuestos de lo que puede y debe ser un semanario. El primero lleva años tratando de reinventarse sin lograr definir su identidad en el siglo XXI. Como dice esta columna de Jon Friedman en MarketWatch, Newsweek fue -- fue -- de las marcas más potentes en el mundo de la información. Pero ya no lo es. Entre otras cosas, dice:
"Conversely, when I see a provocative Newsweek cover like last week's "The Religious Case for Gay Marriage" -- the latest example of the magazine's infatuation with spiritual subjects under Editor Jon Meacham's watch -- I have to conclude that Newsweek is determined to be known as America's non-news weekly. I wonder if its editors' top priority is merely to jolt readers by offering a controversial treatment of a controversial subject."
La clave en este párrafo es non-newsy. Es fundamental para cualquier medio que pretenda informar que haya un elemento de novedad en sus artículos. La palabra en inglés es ideal: NEWs. Lo nuevo.
The Economist, por su parte, tiene clarísimo esto. Incluso la revista se define como un periódico, a pesar de su frecuencia semanal. Esta nota del New York Times de cierta forma se mofa del mal tino de las predicciones que la revista hizo para 2008, pero al mismo tiempo le da la oportunidad al editor de demostrar que una revista relevante debe estar un paso -- o un año -- adelante de la noticias, incluso cuando hay un peligro de equivocarse.
Dice la nota: "In an interview, Mr. Franklin shrugged at the bad calls. “It’s nice to be right, but it’s not the only point of this,” he said. “Part of it is to say what’s going to be on the global agenda.”
lunes, 15 de diciembre de 2008
Semanarios de noticias
Etiquetas:
Newsweek,
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The Economist
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