You Witness News es la interpretación de Yahoo del llamado periodismo ciudadano. En una entrada anterior di mi opinión sobre este tema.
El error de Yahoo, creo, es que parecen creer que lo que impulsa el fenómeno es la necesidad de información -- de informarse sobre lo que pasa en el mundo. Pero lo que alimenta el interés por compartir videos, audio, texto e imágenes es la necesidad de comunicación entre un grupo.
Una característica fundamental del fenómeno de usar las herramientas tecnológicas disponibles para compartir contenidos es que la audiencia y el comunicador son parte de un mismo grupo que tiene intereses similares. Es de esperarse que un video pirata de un concierto de rock aparezca en una página de MySpace dedicada al rock. El ejercicio es el de un grupo retroalimentándose constantemente y usando las herramientas que tienen disponibles para garantizar un flujo constante de comunicación. En el pasado, cuando una chica tenía un chisme le llamaba a una de sus amigas por teléfono, se lo contaba y luego ésta se lo contaba a otra y se hacía una cadena de comunicación.
Hoy, una chica graba un pleito entre estudiantes y lo sube a la Web (en un sitio que sus compañeros de escuela frecuentan: YouTube), le avisa a una de sus amigas por email, ésta lo forwardea a un grupo y al final la mayoría de la escuela ve el videochisme. El mismo fenómeno magnificado por la tecnología.
La gran diferencia es que hoy ese mismo video puede cobrar relevancia masiva y puede ser visto por miles de personas en una canal de noticias (es el video más visto hoy 19 de enero en CNN.com). Ahora: ¿quién juzga la relevancia social -- e informativa -- de este video?
Ahí es donde entra el periodista.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando este fascinante fenómeno de comunicación masiva se interpreta como una nueva versión del oficio periodístico? Lo mismo que hubiera pasado si cuando surgió la telegrafía los diarios de la época reprodujeran todos los telegramas emitidos sin criterio alguno. ¿A quién le puede interesar principalmente un telegrama? Al destinatario. Por supuesto, cuando un telegrama informa a un espía que su país está por invadir otro, ese telegrama adquire relevancia.
Miguel Calderón, artista mexicano con quien fui a la escuela, grabó hace años un video de dos niñas mexicanas peleando en la calle. Se jalaban el pelo mientras sus compañeros las motivaban a agredirse. Él presenta este video como una obra de arte, una danza violenta que muestra una viñeta de la vida contemporánea. Un comentario artístico, pues.
Pero, ¿cuántas peleas de colegialas pueden ser lo suficientemente relevantes como para ser la noticia más importante en CNN.com? A menos que sea una tendencia en un barrio de Los Angeles (como este excelente reportaje del NYTimes que habla del odio racial entre las pandillas de Los Angeles; el reportaje es bueno porque, entre otras cosas, se dieron a la tarea de hablar con un buen número de vecinos de estos barrios, haciendo una radiografía de las condiciones de vida en estos lugares), un pleito entre dos chicas no debería ser noticia porque sigue supeditado al espectro de lo privado.
La pelea de las niñas es importante para otros estudiantes de esa escuela. Si en esa escuela o zona escolar las peleas se han vuelto un estilo de vida -- digamos: las salas de emergencia están llenas de niñas de 12 años con heridas de arma blanca -- entonces el asunto toma relevancia social y debe ser reportado.
Si no, es sólo una viñeta de lo violentos que somos los humanos y, por lo tanto, no es noticia. Será un video más -- o un telegrama o llamada telefónica -- que nos despierta el morbo, pero no un evento del que el mundo necesite enterarse.
viernes, 19 de enero de 2007
Pleito contra las peleas
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