Interesante esta cadena de comentarios y respuestas a la pregunta "¿Cree usted que los bloggers deben de esperar el mismo trato (de las fuentes) que reciben los medios tradicionales?", en nytimes.com.
A veces me pregunto -- con un dejo de envidia -- de dónde saca el nytimes.com a estos lectores tan elocuentes que escriben impecablemente y que tienen ideas tan claras ...
lunes, 28 de enero de 2008
El blogger ante sus fuentes
Experimentando
Mi amigo Gabriel Rodríguez-Nava me envió en abril del año pasado un extenso reportaje que ahora uso como ejemplo ante mis clientes de cómo ejecutar una gran idea. Gene Weingarten, reportero de The Washington Post, invitó a Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, a tocar afuera de una estación del metro en D.C. para contestar a la eterna pregunta: ¿reconocerá la gente el talento de un gran artista si éste se presenta fuera de contexto?
El reportaje, extraordinariamente bien ejecutado, es un ejemplo de lo que Daneil Weiss llama en un artículo para el Columbia Journalism Review un "experimento periodístico" (mas no periodismo experimental). En este tipo de ejercicio, que se puede confundir con los programas de TV de cámara infraganti, se usa un personaje o situación para determinar qué haría la gente en una circunstancia específica. Como dice Weiss en su reportaje ("What Would You Do? The journalism that tweaks reality, then reports what happens", que desgraciadamente no está disponible en línea), en su mejor expresión es un periodismo que explica y analiza muy bien ciertos fenómenos sociológicos; en su expresión más vulgar, como ya dije, es similar a esos programas televisivos que explotan a la gente para hacerles burla.
Yo, como mencioné, he usado el reportaje de Weingarten como un ejemplo de una gran idea bien ejecutada y, por ende, creo que si se concibe, pleanea, ejecuta y escribe bien, un exprimento de este tipo es más que válido.
Recesión, como dijo Pedrito
A pesar de que aún no hay consenso entre los economistas acerca de cuán real es la posibilidad de una recesión en EEUU, el grito de "lobo" ya ha generado suficiente incertidumbre en el mundo como para que los anunciantes se pregunten qué hacer ante la probable crisis económica.
Y, como bien dice este artículo de The Economist, durante tiempos de vacas flacas lo primero que se corta es el gasto en publicidad.
Porque, según este artículo del New York Times, si las empresas de medios creían que los años pasados fueron duros, ahora les toca deducir como impactaría la posible recesión, y las visiones más pesimistas son muy negras. No hay que ser un genio para saber que sería como echarle sal a la herida de la industria de los medios.
Esperemos, aunque un tanto inocentemente, que Pedrito se haya equivocado de nuevo y que el grito de lobo no anticipe otra ruda ronda de austeridad económica como la que vino después del 11 de septiembre, cuando se congeló el gasto en publicidad, desaparecieron las oportunidades laborales que pululaban durante el auge de internet y se contrajeron las empresas de medios.
sábado, 26 de enero de 2008
De fiesta con la fuentes
Esta nota de hoy en el diario deportivo español As, propiedad de Prisa (casa editorial de El País) habla alegremente de la fiesta del cumpleaños 24 del crack brasileño Robinho. Me saltó esta frase del primer párrafo: "No sólo por su aniversario, sino porque después de la fiesta sorpresa que le organizó AS en la tarde del pasado jueves, el crack tuvo que encajar las bromas de sus compañeros de vestuario".
En la nota original sobre la fiesta no queda claro quién la organizó y la ambiguedad se presta a interpretar que pudieron haber sido sus amigos. Pero en esa segunda nota que citó arriba queda claro que As organizó el festín, con bandas musicales y todo.
¿Qué tiene que hacer un diario deportivo organizándole una fiesta a un futbolista (quien, por cierto, gana millones y no necesita que nadie le organice sus fiestas)?
La prensa deportiva en todo el mundo tiene el sino de depender demasiado de sus fuentes y esto en ocasiones se confunde -- ¿o es? -- con una grave falta de distancia. Una de los más patéticos ejemplos de esto fue cuando el diario español Marca, el de mayor circulación (y propiedad de Recoletos, empresa que financió durante un tiempo la cadena de diarios Rumbo donde trabajé como Managing Editor) publicó una "carta abierta" dando una explicación a Zinedine Zidane -- y técnicamente disculpándose -- por haber publicado el día anterior una nota sobre una enfermedad secreta y misteriosa que padecía el francés. (Esta nota de Clarín es lo único que encontré al respecto).
La relación entre medios de comunicación y sus fuentes es muy sensible por la enorme dependencia que existe hacia los equipos deportivos. En EEUU esto ha llegado a niveles absurdos, en donde la NHL, la NFL la el LPGA se han dado el lujo de limitar enormemente la clase de cobertura y difusión que los medios pueden hacer de estos deportes (hockey sobre hielo, basketball y golf femeninio, respectivamente).
Como todo el periodismo esto no es blanco y negro, pero los matices de gris tienen que incluir una relación más pareja, distante, profesional y ética. Ciertamente, organizarle fiestas las estrellas que cubren no es una opción -- ni mucho menos la solución.
viernes, 25 de enero de 2008
Siempre no
Rupert Murdoch dijo en Davos que siempre no dará entrada gratuita a todos los contenidos de WSJ.com, algo que había sugerido en fechas pasadas. ¿Gratuito o no gratuito? Esa sigue siendo la cuestión para las páginas web de noticias. Gratuito, digo yo, por lo menos en la mayoría de los casos. Ahora toca encontrar un modelo de negocios rentable.
Posición
Estoy totalmente a favor que los diarios tomen una posición con respecto a campañas políticas y otros temas mientras lo hagan en su página editorial o de opinión.
Hoy el New York Times se ha pronunciado a favor de Hillary Clinton como candidata demócrata a la presidencia de EEUU, y John McCain como candidato republicano. Los argumentos dados corresponden a la posición editorial que el tercer diario de mayor circulación en el país ha mostrado los últimos años.
miércoles, 23 de enero de 2008
Imágenes de la India
Recién volví de un viaje de siete días por Rajastán en la India que incluyó las ciudades de Agra (donde está el Taj Mahal), Jaipur y Udaipur. Tuve la oportunidad de echarle un ojo a dos diarios en inglés: The Times of India y Hindustan Times, ambos muy bien hechos. Según este artículo en The Hindu (otro diario en inglés), la circulación de los periódicos en India creció en más de 12 millones de lectores en 2005 para llegar a 203.6 millones. Según esta entrada de Wikipedia, la India es el segundo mayor mercado de periódicos después de China. Juzgando por la enorme pobreza que se ve por todas partes esta cifra es impresionte a pesar de la gigantesca población.
Aquí unas cuentas fotos de mi viaje.
1) El impresionante templo jainista en Ranakpur, a 90 kilómetros de Udaipur, Rajastán
2) Ceremonia musulmana en las calles de Udaipur. La gran mayoría de los más hermosos monumentos en la zona -- incluyendo el Taj Mahal -- fueron construidos por los sultanes mogoles hace siglos.
3) El Palacio de los Vientos en Jaipur, conocida como la ciudad rosada.
4) Los omnipresentes "rickshaws", los frenéticos taxis de tres llantas comunes en todo el país.
5) ¿Futuros lectores de diarios?
6) El Taj Mahal.
domingo, 13 de enero de 2008
¿Cómo se dice periódico en árabe? II
Aquí un gráfico impresionante a doble página publicado hoy en Emarat Alyoum, realizado por Luis Chumpitaz, jefe de infografía de AMG. Luis es nativo de Lima, Perú.
¿Cómo se dice periódico en árabe?
No, no hablo árabe. Sin embargo, hoy salió al mercado el nuevo Emarat Alyoum (Emiratos Hoy, en los Emiratos Arabes Unidos), diario formato tabloide -- el primero del mundo árabe -- que he repotenciado como consultor de Innovation Media Consulting. El diseño lo hizo Alfredo Triviño, quien trabaja para News International en Londres (empresa que edita The London Times). También participaron Michael Agar y Patrick Dunne. El diario es parte del conglomerado de medios Arab Media Group.
Ahora el periódico cuenta con dos ediciones: una para Dubai y otra en Abu Dhabi, la capital. El diario se hace en Dubai.
Hemos dividido el diario en tres grandes bloques (Privado, Público y Estadio) y añadido más espacios para la participación de los lectores, más periodismo de servicio y más notas de interés humano. Asimismo, el proyecto incluye una nueva sección de ocio de fin de semana, entre otras cosas. El uso de gráficos y fotografías se ha incrementado, creando el diario más visual en todo el mundo árabe (con mucho).
lunes, 7 de enero de 2008
Pastel de bodas
Unas fotos enviadas por una lectora de CNN están entre las notas más vistas de cnn.com (en el número dos al momento que la vi). Es la primera vez desde que empecé a sondear estas listas que el material enviado por un usuario entra entre los primeros lugares de las listas de lo más leído. ¿Qué quiere decir esto? ¡Que a cualquiera le despierta el morbo un pastel de bodas hecho a la imagen y semejanza de la novia!
Cruce de fronteras
Los delincuentes estadounidenses se cruzan a México para huir de la justicia por una simple razón: al pasar la frontera, nadie revisa papel alguno.
Manejar por horas entre San Antonio, Texas, y el Distrito Federal me trajo ese y otros aprendizajes estas fiestas navideñas. Finalmente decidí que era momento de enfrentar el temor que este inmigrante chilango tenía de aventurarse al otro lado – de EEUU a México--, un miedo que no sienten los inmigrantes regios y norteños para quienes San Antonio es un suburbio de Monterrey.
Pero para mí, nacido y criado en la Ciudad de México, venido de esa clase media que vive en burbujas y tras altas bardas, cruzar esa frontera ha sido un tabú que diariamente se alimentaba de nuevos prejuicios y lugares comunes. Vivo en EEUU desde hace 9 años, de los cuales casi cuatro han sido en la ciudad del Álamo y en los que he tenido la oportunidad de volver a mi país muchas veces, pero siempre por vía aérea.
Así que mi tiempo había llegado: cruzar o no cruzar ese muro. Y, pues, crucé.
Por supuesto, esta tensión dramática estaba alimentada por mi ignorancia, el cine y las experiencias negativas de algunos amigos, como al que no le dejaron pasar su auto por no tener todos los papeles en regla.
Mi aventura – con mi esposa y mis dos hijos pequeños – comenzó en San Antonio una mañana de diciembre. Manejé durante poco más dos horas por la Interestatal 35 sin mayor eventualidad hasta Laredo y, tras pagar 3 dólares por pasar un puente ya estaba del lado mexicano. Y si del lado gringo todo es en línea recta, del lado azteca las cosas comienzan a virar, torciéndose en las calles de Nuevo Laredo que nacen enredadas y saturadas en el momento que el puente toca el otro lado. Como me habían dicho, el contraste entre la pulcritud de un país y el caos del otro está muy bien representado por estas ciudades hermanas.
Y nadie pide papeles en la frontera. Por eso cruzan los maleantes.
Uno de los trámites que me tenían más nervioso era legalizar la importación temporal de mi coche, que por supuesto tiene placas de Texas. Pero para mi sorpresa el proceso de legalización en los módulos de Banjército tardó sólo 40 minutos y costó 30 dólares (porque pagué con tarjeta. Quienes pagan en efectivo tienen que dejar un depósito de 400 dólares; aún no entiendo la lógica). Y aun cuando llegaba hasta mi acta de matrimonio (que en realidad necesitaba para otra cosa, pero igual la llevaba) me pidieron solo mi registro y licencia, los cuales entregué al empleado con una enorme sonrisa en mi cara, orgulloso de haberme anticipado a todo.
Esta autopista – que está en extraordinario estado – pasa por Monterrey, Saltillo, Matehuala, San Luis Potosí y Querétaro. El año pasado, por ejemplo, tardé 23 horas para llegar en coche a Miami desde San Antonio. El DF está 9 horas más cerca.
El paisaje resucita del lado mexicano. Es un lienzo sencillo, con poca variedad de plantas, un permanente verde grisáceo, semidesértico; es montañoso entre Nuevo Laredo y San Luis Potosí y que se va haciendo más llano hacia Querétaro. Las gasolineras no escasean en ninguno de los dos países – sólo en el tramo que va del puente de Colombia (que usé para cruzar al regreso) y la Interestatal 35 – y también abundan los lugares para comer.
Y, como ya dije, la calidad de la autopista es excelente. La gran diferencia es que en México se maneja mucho más rápido, por arriba de los 110 kilómetros por hora del límite de velocidad (en EEUU se tolera manejar entre 5 y 10 millas arriba, según el condado).
De ida dormimos en San Luis. De regreso, tres semanas después, pasamos la noche en Monterrey. No es una carretera muy poblada, aunque se pueden ver cruces a lo largo de todo el camino que recuerdan los riesgos que alguna gente toman por pasar de un lado a otro. Hay, también, enormes cantidades de transporte de carga, desde traileres hasta las innumerables camionetas de paisanos con placas estadounidenses que van cargados de mercancía, pertenencias y recuerdos hacia los dos lados: de EEUU a México y de México a EEUU.
Al regreso, una de estas camionetas yacía volcada en el terraplén, consumida por las llamas. El tráfico se detuvo por momentos y como en una secuencia de película en cámara lenta pero sin voltear demasiado pude ver dos cuerpos tendidos en el asfalto, cubiertos por mantas azules. Salieron disparados del auto y su piel quedo adherida a la carretera, como untada. Sus cosas quedaron regadas.
Después de tanta calma, de miles de kilómetros de ida y vuelta, de eficientes autopistas, trámites sencillos, buenos servicios y más comodidad de la esperada, esta imagen violenta me recordó que esta frontera está hecha de muchas esperanzas que no se concretan, como los planes frustrados de los pasajeros de esa camioneta.
Cuatro horas después estaba de regreso en mi casa, en Estados Unidos.
Juntos y revueltos
Los editores de The Lewiston Tribune no notaron lo que quizá sea un tanto obvio para usted y para mí: los hombres en las dos fotos de esta primera plana son la misma persona. La foto de arriba es una foto nota (stand alone) sobre un pintor de aparadores con temas festivos. Abajo hay una imagen de video de un sospechoso "no identificado" del robo de una cartera con USD 600. Si miran atentamente -- como lo hicieron los lectores que llamaron al día siguiente a la redacción -- ambos señores se parecen infinidad. La chaqueta azul a cuados lo delata. Aquí una nota del New York Times que cuenta mejor el asunto.