lunes, 3 de septiembre de 2007

Agenciadependencia

La dependencia de los periódicos en las agencias información en todo el mundo es inquietante y comprensible. La gran mayoría de los diarios usan dos o tres agencias internacionales (una combinación de DPA, Reuters, AP y AFP) y una agencia de información local (casi siempre del estado) para cubrir las notas del día (breaking news). Más allá de si utilizan bien estos servicios (hay editores que mandan a sus reporteros a cubrir cosas que las agencias cubren mejor y más rápido; un desperdicio de recursos), lo sobresaliente es cuánto se depende de estos servicios en todo el planeta.
Por ello no deja de ser valiente la decisión de CNN de cortar el servicio de noticias de Reuters aludiendo a la necesidad de darle más fuerza e importancia a las coberturas realizadas por sus reporteros que a la información generada por terceros.
Si bien es imposible para un medio pequeño cubrir lo que cubren estas agencias, el costo que representa usar sus servicios no son nimiedades (en Rumbo, una cadena de cuatro diarios con una circulación total menor a los 100,000 ejemplares diarios en 2005, la cuenta mensual por algunos servicios de AP -- no todos -- eran de 14,000 dólares).
Y, lo que más me inquieta e interesa, es que esta dependencia en los servicios de información implica que los diarios están publicando coberturas e información que están escritas desde el punto de vista de un grupo cultural o nacionalidad (estadounidenses, franceses, alemanes) que en muchas ocasiones no representa al grupo al que va dirigida la publicación. Una ecuación omplicada de resolver.

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